Estar en las profundidades de Claudia era algo sumamente de explicar. Fuiste rodeado por enormes masas de carne que impedían cualquier movimiento haciendo que entraras en pánico si no lograbas deshacer el calzón chino de esta mujer.
Las palabras de esta mujer resonaba en tu mente sobre lo que pasaría dentro de media hora. A pesar de lo apretado que estabas lograste excavar en el trasero para acercarte a la tanga de esta mujer. Tus ojos lograron acostumbrarse a la oscuridad mientras observaba la pequeña tanga pero te sorprendió no ver ningún problema con esa prenda de vestir. La realidad te golpeó con una fuerza increíble al darte cuenta de las verdaderas intenciones de Claudia.
"Parece que se dio cuenta de mi mentira" Se río cuando noto tus esfuerzos en su raja.
"Pero aun no se ha dado cuenta del limite del tiempo" Cuando dijo esas palabras unos fuertes sonidos empezaron a mostrarse dándote una mala espina.
Empezaste a subir la montaña de carne pero al igual que bajar te resultaba sumamente imposible por el estrecho camino y para tu mala suerte unos débiles sonidos se escuchaban en el fondo de su trasero.
"Prepárate cariño siento que se acerca un gran regalo para ti" Con esas palabras Claudia relajo su cuerpo para dar paso un estruendoso pedo de 30 segundos de duración. El sonido de aquella liberación llamó la atención a las dos mujeres restantes en la piscina.
"Vaya la comida de alguien esta haciendo efecto" Rosa se río al ver el desahogo de su madre. "Madre donde dejaste a Blaise? Le preguntó Dolores preocupada por tu bienestar.
"Estaba haciendo un trabajo espléndido en su masaje pero le advertí sobre la tormenta que se avecinaba y el estaba encantado de estar sobre mi grieta" Mintió Claudia sin ningún remordimiento.
"Me resulta difícil creer que el quisiera estar ahí cuando la bomba estalle" Cuestionó Rosa por las palabras de su madre.
"Tiene razón mi madre. Antes de que llegaran ustedes yo tomé una siesta y Blaise no pudo evitar hacer espeologia ahí dentro mientras yo soltaba pedos inconscientemente" Explicó Dolores con sinceridad sobre la situación anterior pero sin sospechar que no te estaba ayudando para nada.
Los efectos del pedo de Claudia te dejaron bastante golpeado sin mencionar que las palabras de las tres mujeres no ayudaron en nada. Por otro lado estaban los dichos de Claudia que no parecían convencer a Rosa dandote un poco de esperanza para salir de este lugar pero lo que no esperaba eran las palabra de Dolores confirmando que te gustaba estar en este sitio.
Sin tiempo para pensar otra explosión sucedió casi de forma automática haciendo que tu cuerpo sufriera bajo sus furiosos vientos aunque debido a lo gordo que era su trasero te impedían salir volando. Era como recibir una bomba nuclear con toda su fuerza y lamentablemente para ti no ibas a poder escapar de aquí por tu propia cuenta.
El olor de sus emisiones recientes hizo que la temperatura aumentará de forma exponencial provocando que unas gotas enormes empezarán a brotar de su trasero.
Al rato de unos minutos ambas mujeres de la piscina decidieron salir para acercarse a su madre.
"Hemos decidido ir a comprar para la cena pero tu puedes quedarte aquí si lo deseas madre" Comentó Dolores secando su cuerpo con una toalla.
"Es buena idea aun tengo un poco de hinchazón que liberar y no quiero apestar tu automóvil querida" Habló de forma maternal para quedarse a solas contigo.
Ambas mujeres decidieron cambiarse para ir a la tienda próxima dejando a Claudia con su pequeño polizón tomando sol.
Apenas podrías respirar cuando una niebla de potente hedor se formó para complicar las cosas el trasero de Claudia volvió a estallar en dos pedos pequeños pero con un olor atroz.
La resistencia de tu cuerpo parecía estar a su límite por las continua explosiones de la mujer mayor pero te negabas a rendirte para volver a intentar escapar de este lugar.
Que sucede después?