Después de comer tanto tu como Lillian se ganaron en el sillón para bajar la comida.
"Iré a mi habitación para ponerme algo más cómodo" Hablo Sheila mientras subía las escaleras.
"Oye Lillian podremos llegar a un acuerdo antes que llegue Jordana" Preguntas temeroso al pensar en la posible respuesta de Lillian.
"Que tipo de acuerdo? Preguntó Lillian haciéndose la inocente.
"En vez de Jordana podría ser tu o Sheila" Decías mientras te tragabas lo último que te quedaba de orgullo.
"Suena interesante pero tengo otra propuesta" Dijo mientras te miraba con una mirada aterradora.
"Mañana será una gran fiesta y tu oportunidad de evitar quedarte con Jordana" Estabas confundido por esas palabras por mucho que volviera tu madre seguirás estando a los cuidados de tu amiga y eventualmente sufrirás el castigo de Jordana.
"Si logras que una de las tantos mujeres que estarán te cuiden por tres días evitarás por completo a Jordana pero es tu decisión" Dijo Lillian mientras se ponía de pie. "Que vas hacer? Preguntas mientras te prepara para ser levantado pero dicha acción nunca se concreto.
"Iré a ponerme algo de ropa porque voy a salir por un tiempo mientras tu te quedaras con mi mamá" Dijo Lillian mientras te dejaba solo en el sillón.
Que Lillian decidiera salir te dio una oportunidad para aclarar el malentendido con tu tía y así evitar seguir con los juegos de tu amiga. Cerraste los ojos mientras pensaba como ibas a explicar que solo era una mentira las palabras a tu tía.
Una serie de pasos atronadores se lograban escuchar pero decidiste ignorar debido a que creías que era Lillian al salir de la casa.
Pero a medida que pasaba el tiempo los ruidos se hacían más fuertes. Entonces decidiste abrir los ojos para ser envuelto por una sombra que superaba los límites.
La imponente sombra de Sheila evitaba que la luz llegará a tu posición lo que te sorprendió fue que estaba de espalda frente a ti.
La visión de su trasero era alucinante al no estar comprimido por los pantalones que llevaba antes. Frente a ti estaban sus enormes nalgas que parecían del tamaño de planetas dejando una abismal grieta entre los orbes carnosos.
Estabas tan concentrado en el trasero de tu tía que no te diste cuenta que lentamente comenzó a descender hacia el sillón. Te encontraste atrapado bajo la inmensidad de la nalga izquierda. Todo tu cuerpo fue envuelto por toneladas de carne pastosa que impedía el menor de los movimientos.
Sheila suspiro al tomar asiento, estaba sorprendida de que su hija haya decidido salir. No le degustaba la idea que saliera pero Lillian no le dijo nada sobre donde había dejado tu minúsculo cuerpo.
"Necesitaba tomar un tiempo para descansar" Dijo Sheila mientras acomodaba su cuerpo en el sillón hundiendo aún más su trasero en la tela del sofá.
"Me pregunto si Blaise esta en la casa de muñecas aunque me gustaría sentir su cuerpo sobre mis dotados bienes" Ella se río al imaginar al hijo de su amiga atrapado entre sus nalgas.
"Lillian dijo que le gustaba los traseros gigantes pero me es difícil de creer" Pensaba Sheila en voz alta mientras revisaba su celular.
Esas palabras no pasaron desapercibida para ti a pesar de lo difícil que era escuchar rodeado de carne grasosa. Trataste de llamar la atención de tu tía al pensar que tenias una oportunidad pero lo que no esperaba era que una fuerte explosión sacudió por completo el sillón.
El pedo era demasiado poderoso para no sentir sus efectos posteriores. Si creías que los pedos de Lillian eran peligrosos el destino se encargo de mostrarte lo contrario. A pensar de estar atrapado bajo la nalga sentías como el viento sacudía la tela del sofá y el olor estaba a un nivel superior del tu amiga.
"Vaya tenia algo de presión en mi estomago" Se río un poco cuando sintió una pequeña picazón debajo de su trasero.
"Que extraño normalmente este sofá no debería picar a no ser que- Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando otra fuerte emisión salió de sus profundidades.
Sheila decidió rápidamente levantar su cuerpo del sofá para asegurarse de que Blaise no estuviera bajo ella. Abrió los ojos de sorpresa cuando vio tu cuerpo enterrado frente a una huella gigantesca de su sillón.
El segundo pedo de Sheila fue mucho peor que el primero cuando su trasero se levantó de un momento a otro dejándote adolorido en el sillón.
"Blaise! Pensé que estabas en la casa de muñecas? Hablo tu tía mientras te recogía.
"Lillian me dejo aquí" Fueron las únicas palabras que pudiste pronunciar mientras tratabas de respirar aire fresco.
"Porque Lillian lo dejaría en el sillón? A no ser que el se lo haya pedido para sentir mi trasero" Pensaba Sheila confusa pero lentamente fue entendiendo las cosas pero no de la manera que te gustaría.
La mente de Sheila estaba llena de pensamientos sobre esta situación pero de repente su teléfono sonó cuando un mensaje de su hija menor la hizo comprender la razón por la que estabas bajo su trasero.
"Así que le rogó a Lillian para que yo me sentará encima suyo" Sheila revisaba lo mensajes de Lillian mientras una sonrisa juguetona aparecía en su rostro.
"Así que esta dispuesto hacer esas maravillosas cosas por mi" Se mordió el labio al pensar en las posibilidades de diversión contigo hasta la noche.
No te gustaba la sonrisa que te estaba dando Sheila era la misma que te daba Lillian cuando se iba a meter contigo.
"Tía Sheila- Intentas hablar cuando fuiste presionado entre los labios de tu tía que no creías como no fuiste aplastado entre sus múltiples arrugas.
"Eres un pequeño pervertido Blaise" Dijo dándote una sensación de peligro como nunca antes.
"Planeaba pasar tiempo contigo después de la fiesta pero alguien es muy impaciente para esperar así que dame un segundo para divertinos" Dijo Sheila dejándote en la mesa mientras ella iba a su habitación en busca de algo.
Sabias con exactitud de que si no escapabas algo malo te iba a pasar pero no tuviste tiempo para reaccionar cuando Sheila volvió a tu lugar con algo entres sus manos.
"Creo que te va gustar acompañarme a comprar las cosas para la fiesta pero hay que decidir donde llevarte" Dijo mientras sacaba un trozo de cinta adhesiva.
Estabas confundido por las palabras de Sheila pero viste que sacaba una pequeña tanga de una bolsa. Estabas asustado cuando tomó tu cuerpo colocando presión con sumo cuidado para no lastimarte.
"Listo sin duda esto es mucho mejor que estar cocido a mi bragas" Dijo Sheila con una sonrisa al terminar su trabajo.
Apenas te podría mover para intentar liberarte pero tenias que algo lo antes posible para cambiar tu suerte.
"Tía Sheila por favor no me hagas esto" gritabas desesperado pero lamentablemente los pies de Sheila pasaban a través de los agujeros y ella empezó a arrastrar su tanga hacia su grieta cósmica.
"Es divertido ver como te haces el rudo pero ese truco no va funcionar. Espero que puedas disfrutar tal como lo haré yo y te daré una advertencia esos pedos recientes son pequeños comparados con lo que vendrán" Dijo sellando tu destino cuando su tanga entre en los confines oscuros de su trasero.
Tus gritos fueron apagados cuando fuiste tragado por la grieta de tu tía encerrando tu cuerpo entre dos paredes carnosas que superaban a lo que sentías con Lillian.
Rápidamente fuiste asaltado por un abrumador pedo de 30 segundos que hacia vibrar tu cuerpo al son del viento furioso.
"Considera esto como tu regalo de bienvenida" Dijo Sheila mientras soltaba otro pedo de gran tamaño sin tiempo de recuperación. "Estos apenas son lo más pequeños así que espera a los enormes" Dijo Sheila mientras caminaba a su habitación por algo de ropa.
Te sentias devastado por aguantar esas dos enormes bombas nucleares de frente y sin recuperación. Tu atmósfera se sentía ardiente y cualquier intento de respiro terminaba en arcadas y dolor de garganta. Tus ojos apenas aguantaban el llanto por el fuerte olor a comida mexicana en descomposición cuando fuiste aplastado sin piedad por las paredes carnosas aumentado tu agonía.
Sheila decidió ponerse el primer pantalón que vería aunque fueran bastantes difíciles de poner debido a su amplio trasero. La lucha en cuestión duró varios minutos pero al fin al cabo pudo ponerse un leggins que encontró en su cama.
Rápidamente salió de su casa para llegar a su auto pero sin antes de detenerse.
"Blaise será mejor que estés preparado porque se avecina uno grande" Se río al imaginar tus luchas entre sus prominentes nalgas.
Era sumamente complicado que el sonido exterior logrará pasar toda la carne pastosa que te tenía como prisionero. Los pocos sonidos que escuchabas era un intenso ruido en el interior de Sheila y la voz apagada de tu tía que te hizo retorcer tu cuerpo para escapar de este terrible lugar.
"Blaise será mejor que estés preparado porque se avecina uno grande" Te movias frenéticamente al escuchar esas palabras pero la cinta hizo un gran trabajo al evitar que tu cuerpo se despegara de la tanga.
Sheila no pudo aguantar más la presión que se formó en su recta y la dejó escapar en forma de un pedo de dos minutos de duración que desalojo un poco sus bragas de sus profundidades.
Cuando el gas explotó con gran fuerza tiro de la tanga pero no lo suficientemente lejos del fondo por culpa de lo gordo que era el trasero de tu tía.
"Fue uno bastante malo con solo percibir el olor. Me imagino que para ti es lo peor que has olido en tu vida" Se río al saber que tu estabas experimentado el peor olor de tu vida.
Cuando finalmente se apago el pedo Sheila decidió entrar a si auto para ir al mercado y terminar rápidamente sus compras y poder seguir jugando contigo en la casa.
Al igual que la vez que Lillian se sentó contigo en su trasero fuiste arrastrado aún más profundo en la grieta de Sheila quedando a escasos centímetros de su agujero hinchado.
"Si no hubiera estado pegado a su tanga sería comido por su agujero" Te reíste debido a las consecuencias tóxicas que te provocó las emisiones de tu tía.
Notabas que la cinta se volvía húmeda por el pasar del tiempo. Llegaste a la conclusión que esto se trataba por el aumento de la temperatura volviendo tu sitio un ambiente sofocante.
"Tengo que hacer algo antes que ella decida moverse. Si puedo sacar esta cinta podre planear una manera de escapar" Estabas decidido a escapar de este infierno químico. Cuya tarea no era fácil porque a pensar de estar manejando Sheila ocasionalmente soltaba pequeños pedos para sus estándares pero enormes para tu posición.
"Cariño espero que no pienses que estoy siendo mala contigo pero recuerda que esto es lo que tu querias" Dijo mientras soltaba tres pedos de mediano tamaño avivando tus luchas en su grieta apestosa.
Que sucede a continuación?