Te sentias incómodo estar sentado en un sillón tan grande pero era mucho mejor que estar debajo del trasero de tu amiga. Cada pocos minutos observabas las acciones de Lillian para asegurar tu tranquilidad y no seguir siendo victima de sus travesuras pero ella estaba tranquilamente viendo televisión.

Pocos minutos después tu ojos empezaron a cerrarse lentamente Aunque no podrías deducir si se debía el cansancio de jugar los juegos de Lillian o el baño que tomaste relajo tu cuerpo al punto de quedarte dormido.

Lillian observo cuando te quedaste dormido y soltó una pequeña risa.

"Sería una mala amiga si me sentará encima de el mientras duerme pero le prometí darle un descanso antes de seguir jugando así que puedo aprovechar de tomar una pequeña siesta" Pensaba Lillian mientras apagaba el televisor para descansar por unos momentos.

No sabías cuanto tiempo pasó desde que te habías dormido pero al despertar fuiste recibido por una enorme sombra que amenazaba toda tu figura. El techo de la casa fue reemplazado por un enorme trasero que pensarías que se trataría de Lillian pero aquella cosa tenía puesto unos pantalones de mezclilla que te indicaba que era otra persona quien decidió sentarse sobre tu persona.

La persona en cuestión que acaba de sentarse sobre ti era nada más ni nada menos que Sheila la madre de tu amiga. Después de unos largos trámites regreso a su casa dispuesta a descansar después de un merecido día aunque en el fondo estaba algo preocupada por los dichos de su hija sobre el incidente del hijo de tu mejor amiga.

Cuando llegó a su hogar se sorprendió al no escuchar ruidos pero pronto dedujo que Lillian estaría en su habitación con Blaise matando el tiempo de alguna manera. Al ingresar al living pudo ver a su hija menor dormir sobre el sillón y con una sonrisa maternal decidió sentarse lentamente para no despertar a Lillian sin tener conocimientos de que estabas justo en el lugar donde ella iba a tomar asiento.

Sus esfuerzos para no despertar a Lillian fueron en vano debido a que el sillón crujio al tener que soportar tanto peso. Los cojines del sofá se hundieron cuando las masivas nalgas cayeron sobre ellas.

"Discúlpame cariño te desperté? Se río Sheila al ver que Lillian había despertado.

"Supongo que si" Se río Lillian mientras se frotaba los ojos pero pronto se acordó de tu existencia y al ver donde estaba sentada tu madre solto una pequeña risa que llamo la atención de Sheila.

"Que es tan divertido querida" Pregunto Sheila al ver el comportamiento de su hija.

"Recuerda que te conté sobre el problema de Blaise y digamos que acabas de aplastarlo bajo tu gordo trasero" Se río Lillian que encontraba toda esta situación divertida y era indiferente sobre tu estado físico al tener que soportar una presión abrumadora.

Al escuchar las palabras de Lillian, Sheila rápidamente se puso de pie dándose vuelta para ver tu figura. A pesar del poco tiempo en que estuvo sentada el trasero de Sheila fue capaz de dejar dos enormes huellas en los cojines del sillón y en algunas de ellas estaba tu cuerpo de alguna forma intacto pero eso no significaba que no sentías dolor alguno.

"Lo siento cariño debo decir que no fui capaz de verte bajo mi inmenso trasero" Se río Sheila al procurar que todo tu cuerpo estaba en perfecto estado.

Ella te coloco en los muslos de Lillian mientras guardaba algunas cosas en la cocina.

"Cuando me contaste sobre Blaise me comunique de forma inmediata a tu madre cariño" Explicaba Sheila mientras tu y Lillian solo escuchaban.

"Tengo buenas y malas noticias" Las miradas de Lillian y la tuya cambiaron cuando su madre le contó sobres las noticias.

"Podremos empezar por las malas noticias" Hablo Lillian mientras su madre se volvió a sentar en el sillón.

"Lamentablemente tus padres no volverán a venir dentro de un mes a la ciudad" La voz de Sheila cambio a una realmente seria al contar que tu madre no volverá a por lo menos dentro de un mes.

"Pense que su madre quería volver lo antes posible al saber de esto" Pregunto Lillian ya que estaba realmente confundida por los dichos de su madre.

"Créeme cariño si dependiera de Miri estaría aquí mismo pero lamentablemente se comprometió en este trabajo que esta haciendo ahora" Las palabras de Sheila no te dejaban tranquilo y no sabías que hacer en estos momentos.

"Aunque aquí entra la buena noticia para que Miriam pudiera trabajar de forma tranquila yo logre convencer a tu familia de cuidarte el mes entero obviamente con la ayuda de Lillian. Puedo contar con tu ayuda cierto Lillian? Preguntó Sheila donde vio como Lillian asentía con la cabeza.

Para tu desgracia si ya fue malo pasar unas cuantas horas con Lillian pasar un mes entero era ya a otro nivel de ansiedad y lo peor es que no solo era Lillian si no que Sheila era un nivel más alto de peligro que su hija.

"Ahora que acordamos esta parte tengo curiosidad de cómo se la pasaron en el día? Preguntó Sheila mientras miraba a Lillian.

"Estuvo divertido, al principio estaba Jen pero le surgió algunos problemas y se tuvo que marchar pero Blaise quizo jugar algunos juegos difíciles con apuestas" Explicó a medias Lillian mintiendo sobre su idea de los juegos.

"Vaya a pesar de tu tamaño decidiste jugar y quien fue el ganador? Sheila quedó asombrada por la explicación de su hija.

"Es una lástima que Blaise haya perdido dos juegos y hasta este momento solo recibió una petición y aún falta el otro" Se río Lillian al recordar los sucesos de la tarde.

"Solo espero que no haya sido muy ruda con el aun no sabemos si puede sufrir daño alguno" Sheila se preocupa al saber que no pudiste ganar ningún juego.

"Si no murió cuando te sentaste encima de el no creo que nada lo haga" Hablo con indiferencia Lillian por las preocupaciones de su madre. "Además sabías que Blaise le gusta los traseros grandes" Esas palabras de Lillian te golpearon como balde de agua fría al saber las intenciones de tu amiga.

"De verdad? Siempre pensé que no le gustaba" Sheila estaba extrañada aunque le gustaba molestarte con su trasero siempre vio que no hacías nada para defenderte.

"Pues te equivocas cuando me senté encima de el y deje salir un pedo estaba realmente feliz por eso y solo se hace el rudo para guardar las apariencias" Lillian hablaba mientras te daba una mirada severa y te guiñaba un ojo.

Sheila decidió levantarse de su asiento y le advirtió a su hija que iba a prepara la cena.

"Por cierto que vas a cocinar" Preguntó Lillian mientras su madre se iba a la cocina.

"Es una sorpresa mientras tanto tu y Blaise pueden ir a tu habitación mientras hago la cena" Dijo Sheila haciendo que su hija te tomara entre sus dedos y te llevaba a su cama.

Cuando estuvieron a solas tú voz finalmente salió para preguntar a Lillian sobres sus dichos.

"Lillian como pudiste decir eso. Tu mamá puede pensar que me encogí para espiar a las mujeres" Gritabas enojado con Lillian por sí reciente broma.

"Ese es tu último castigo solo tienes que fingir que te gusta estar cerca de los traseros de las mujeres" Sus palabras no te gustaban para nada y lo peor es que tenias que fingir estar de acuerdo con esos dichos.

"Y si decido no fingir" Preguntas asustado por la respuesta de Lillian.

"Me gusto tenerte como cojín y si no haces eso podrías pasar todo el día como mi cojín o peor aun como el de mi madre" Esa ligera amenaza te asusto aun más no solo el hecho estar todo el día bajo el trasero de Lillian si no también de Sheila sabiendo que sus pedos son peores que su hija.

"Hasta cuando tengo que seguir con esta farsa" Preguntas de mala gana al no tener opciones.

"Creo que una semana estaría bien pero yo misma le explicaré la situación a mi madre" Hablo severamente Lillian al saber que su plan funcionó a la perfección de tenerte para ella sola.

"Que hay de Jen? Digo ella vendrá mañana a verme también tengo que fingir? Preguntas al recordar que Jen también formaba parte para cuidarte.

"No te preocupes por eso después de la semana prometo entregarte por unos cuanto días a ella" Explicó Lillian cuando la voz de Sheila indicaba que la cena estaba lista.

Que sucede a continuación?