La paliza que te dio los masivos pedos de tu amiga era difícil de creer, apenas había descanso cada vez que salía el viento.
No ayudaba mucho que Lillian haya decidido sentarse ya que impedía que la mayor parte del gas pudiera salir. Te dolía la garganta al respirar el intenso hedor de la comida digerida provocando una pequeña lucha que llamo la atención de la mujer gigante.
"Estas bastante animado pero aún no siento ningún beso" Se burlo Lillian mientras movía su trasero sobre su cama para darte una pequeña advertencia de que no estaba jugando.
Lillian se sentía como una niña que recibió un gran regalo en Navidad. Tener a su mejor amigo entre sus regordetas nalgas la hacían tener una sensación de poder sobre ti que iba aprovechar de dejarte claro que pertenecias a su trasero y no saldrías de ahí hasta que ella lo decidiera.
Con eso en mente Lillian se puso de pie en dirección hacia su escritorio donde recogió su tanga para sacarte de tu prisión para seguir jugando contigo.
Sentías que Lillian estaba en movimiento cuando la neblina que se había formado empezaba a desaparecer pero lo que te preocupaba era que la tanga detrás de tuyo empezaba a ser jalada por su dueña dejando tu indefenso cuerpo atrapado en las profundidades de Lillian.
Lillian sintió que tu cuerpo se quedaba en las profundidades de su trasero la que la hizo reír al saber como sacarte de ahí.
"Parece que te gusta estar ahí adentro pero necesito hablar contigo antes de seguir jugando" Con eso dicho soltó un masivo pedo de 30 segundos que mando a volar tu cuerpo hasta chocar con la superficie de cuero de su silla.
Chocar contra la superficie fue bastante doloroso pero afortunadamente no había nada roto en tu cuerpo. No lograbas comprender la razón por la que Lillian te sacó de su trasero cuando viste el flash de su teléfono tomando algunas fotos sobre tu situación.
"Que estas haciendo? Preguntas con sumo cansancio al tener claro que se trataba de otro broma de Lillian.
"Solo le envió unas fotos a Jen para que viera como te las estas pasando" Hablo Lillian con indiferencia mientras dejaba su celular en su mesa y pusiera su atención hacia ti.
"Le conté sobre tu fetiche de trasero y ella no lo podría creer" Se río Lillian mientras tu estabas más blanco que un fantasma.
"Espera solo tenía que fingir frente a tu madre. Nunca me dijiste frente a otras personas" Gritabas enojado por lo lejos que llevo la situación Lillian sin importar en las consecuencias.
"Al parecer tu no entendiste mis palabras te dije claramente que tenias que fingir durante una semana y eso es sin importar quien viniera a la casa" Explicó con suma facilidad como te había engañado con sus palabras. "Además la otra razón por la que hable con mi madre anoche en privado fue para hacer una fiesta en conmemoración por el verano y además ti estarás más que feliz de complacer a los invitados" Se mordió el labio Lillian mientras decías esas últimas palabras.
No sabías si era valentía o estupidez que había dentro tuyo pero estabas decidido a no seguir el juego de Lillian.
"No planeo seguir jugando a esto y no me interesa lo que tengas en mente para obligarme. Una vez que esté cerca de tu madre pienso aclarar este malentendido" Dijiste firmemente sin pensar en las consecuencias que te traerían tales palabras.
"Una vez arreglado este problema le pediré a Sheila que llame a una de mis abuelas para que me cuiden" Decir todas esas palabras te genero una sensación de alivio que no duraría mucho.
Lillian te miraba atónita por tus dichos sobre decirle a su madre de que era una farsa y solo estaban haciendo una apuesta pero a los pocos minutos después formó una sonrisa aterradora.
"Al parecer mis amenazas fueron en vano pero no te preocupes te mostraré que es verdad" Dijo Lillian mientras te tomaba con su dedo para rodear su cintura volviendo donde su trasero.
"Te daré una oportunidad para remediar este problema si le das un beso a mi nalga te dejare en paz hasta mañana pero si no lo haces no me gustaría estar en tus zapatos" Te advirtió Lillian mientras te presionaba en su nalga emocionada por lo que estabas a punto de hacer pero al cabo de unos segundos te miró con decepción al ver lo decidido que estabas de no seguir con sus juegos.
"Es una lástima que seas tan testarudo" Hablo con frustración mientras volvía a ponerte en su mesa.
"Veamos si sigues así cuando Jordana llegue" Al escuchar esas palabras tus instintos de supervivencia se activaron pero fue una lastima que Lillian no escuchaba tus súplicas.
"Vaya cambio pero ya es muy tarde mi hermana debería volver en la tarde y si te preguntas sobre las palabras de mi madre que no volvía en varios días déjame decirte que ella cambió de opinión cuando le conté esta mañana sobre ti" Explicaba Lillian al ver tus ojos lleno de miedo.
"Si ella va regresar antes significa que Ariadne también va volver que te hace pensar que no volveré a casa" Preguntas cuando recuerdas que Ariadne estaba junto a Jordana de vacaciones.
"Sobre eso tu hermana sigue con su plan inicial ya que aún no sabe de ti y además esta con otras amigas de vacaciones" Tus esperanzas de ser salvado por tu hermana se hicieron añicos cuando te enteraste que ella seguía de vacaciones sin saber de tu problema.
A estas alturas estabas demasiado asustado de lo que vendría en las siguientes horas por lo que decidiste tragar tu orgullo y negociar con Lillian.
"Espera Lillian podremos negociar. Puedo hacer cualquier cosa por ti" Gritabas desesperado para convencer a Lillian y dijera que era una broma para asustarte.
"Ahora si quieres negociar pero aunque no quieras tendrás que hacer cualquier cosa que te pida" Dijo Lillian con un tono burlón.
"Por favor Lillian haré cualquier cosa pero no me entregues a Jordana" Tu mente no podria procesar todos los problemas que te haría pasar Jordana.
Lillian disfrutaba ver como suplicabas sin tener el más mínimo interés en ayudarte.
"Que puedes hacer con tus tamaño para convencerme de que no te entregué a mi hermana? Preguntó Lillian al ver tus acciones.
"Puedo darte un masaje a tu trasero" Dijiste mirando hacia otro lado por la vergüenza que tenias en estos momentos.
"No lo necesito ya que tarde o temprano lo vas hacer pero por ahora te vas a ir con mi madre" Dijo Lillian poniéndose de pie para llevarte hacia Sheila.
"No es una amenaza pero si decides contar sobre lo que hablamos podría convencer a tu madre sobre cuidarte mientras ella trabaja si no encontramos una cura" Hablo Lillian saliendo de su habitación para ver a su madre.
Lillian observo a su madre que estaba ocupada en la cocina por lo que parecía ser la hora del almuerzo.
"Mamá estas ocupada? Preguntó Lillian con fingida inocencia.
"Para nada estoy acabando con la comida y justamente te iba pedir ayuda con poner la mesa" Sheila hablo sin mirar a su hija mientras se concentraba en la comida.
"Bueno te ayudare pero antes quería entregarte a Blaise" Sheila se volteo rápidamente al ver tu cuerpo en la palma de la mano de su hija.
"Que bueno que lo traes. Tu madre quiere hablar contigo querido" Esas palabras te confundieron ya que tu madre aun no ha vuelto de su trabajo pero viste como Sheila sacaba su teléfono entre su escote.
Sheila apagao la cocina antes de marcar algo en su teléfono cuando una voz contestó.
"Hola Miri como va el trabajo? Hablo Sheila mientras colocaba el altavoz a su celular.
"Hola Sheila por ahora va bien. Si me estas llamando es porque estas con mi bebe o me equivoco? Se río Miriam al saber que probablemente estabas escuchando la llamada.
"Por supuesto aquí está tu Blaise solo dame un segundo para acercarlo al teléfono" Sheila se acercó a Lillian mientras te acercaba el teléfono a tu posición.
"Hola mamá me puedes escuchar? No tenias idea si tu pequeña voz podría llegar hacia tu madre.
"Claro que si cariño! Me alegra que estas bien" La fuerte voz de tu madre te asusto un poco pero te acostumbrarte rápidamente.
"La tía Sheila me contó que tienes mucho trabajo pero no te preocupes por mi me han tratado muy bien" Mentiste por el miedo que te provocaba al sentir la mirada de Lillian sobre ti.
"Te tengo buenas noticias cariño he estado hablando con tu padre y hemos decidido volver mañana a la ciudad" Te sorprendieron esas palabras ya que significaba que podrías evitar el castigo de Jordana aunque aún tenias que aguantar hasta mañana.
"Pero que pasa con tu trabajo? Estas segura de esto? Fingias preocupación para que Lillian no se de cuenta de tu alegría.
"Tu padre se quedara allá resolviendo todos los problemas mientras Patricia y yo regresamos a nuestros hogar" Explicó Miriam para tranquilizar tu corazón.
"Además lo mejor de esto es que vamos a llegar a tiempo para la fiesta aunque aun tengo que ir a la alcaldía para trabajar durante la semana pero Sheila dijo que te puede cuidar mientras trabajo" Algo se rompió dentro de ti al saber que pese tu madre llegara antes de tiempo aún pasaras tiempo con Lillian.
"Bueno cariño te tengo que dejar porque vamos a almorzar" Te despedias de tu madre mientras la comunicación se cortaba y Sheila se llevava su teléfono.
"Esas son buenas noticias querido además la fiesta va hacer algo increíble ya lo puedo ver" Se río Sheila mientras los tres se sentaban a almorzar.
Durante el almuerzo Lillian te mandaba algunas miradas ocasionales sin llamar la atención de su madre.
"Quien va venir mañana mamá? Hablo Lillian para romper el silencio durante la comida.
"Dolores, Lulú, Bertha, las dos abuelas de Blaise, Miriam y Patricia aunque también es posible que la madre de Jen puede estar un tiempo junto a su hija" respondió Sheila al terminar de comer.
"Son varias personas para mantener divertido a Blaise" Se río Lillian al pensar en las posibilidades de diversión.
"No te preocupes cariño si te sientes incómodo frente a tantas personas puedes pasar el tiempo con Lillian o Jordana que vuelve mañana" Esas palabras confirmaron que no era una broma de Lillian para asustarte.
Las preguntas que surgían ahora es que va pasar contigo ahora. Lillian te pasará a su madre o te seguirá teniendo para tener una oportunidad para ganarte su favor.
Lograrás calmar a Lillian o pasaras la tarde con Sheila?