Estabas firmemente pegado a la silla de cuero por culpa de la cinta adhesiva que coloco Lillian para que no pudieras escapar de tu castigo.
Estabas sorprendido por la reciente crueldad de tu amiga pero ella solo estaba siendo juguetona contigo como las ocasiones anteriores solo que ahora eras del tamaño de una hormiga.
Intentabas en repetidas ocasiones liberar un poco la presión de la cinta pero todo fue en vano. Lo único que te quedaba era aceptar ser el cojín de Lillian cuando volviera lo que no te tranquilizaba para nada.
Lillian volvió a su habitación con un plato gigantesco de burritos que indicaba que las cosas se irían a poner peor que antes.
"Estas preparado para tu castigo porque yo si y creo que lo más justo seria ser mi cojín durante dos horas" hablaba Lillian mientras se daba la vuelta.
"Lillian eso es imposible no podré aguantar dos horas bajo tu trasero" Intentabas convencer a Lillian sobre su idea pero ella te ignoro acercando cada vez más su trasero a la silla hasta que un fuerte sonido se escucho cuando Lillian dejo caer todo su peso en la silla.
No sabías si era suerte o desgracia que Lillian no te hubieras colocado entre unas de sus hendiduras si no que estabas justo al medio del asiento. Toda la luz que tenias fue borrado por un instante en cambio dos enormes paredes carnosas te cubrían cada costado de tu cuerpo. No había que ser un genio para descubrir que estabas en medio de la grieta de Lillian dando un alivio al no tener que aguantar la presión de las colosales nalgas de tu amiga pero dentro de todo no podría ser tan bueno ya que el aire fresco que tenias fue reemplazado por el hedor de los pedos anteriores de Lillian.
Lillian se sentía en el paraíso al sentir tu minúscula figura en medio de si grieta apestosa. Siempre le encanto molestar a su amigo con su gran trasero y ahora que era del tamaño de un insecto le hizo tener una sensación de poder sobre Blaise que no iba a pensar a renunciar a él tan fácil. Fue un alivio para ella que Jen tuviera que irse antes de lo normal y sobre los juegos previos a ti ella sabía perfectamente que iba a ganar.
La sonrisa de Lillian denotaba una gran felicidad mientras empezaba a comer sus burritos de microondas sabía que muy pronto su estómago tendría que liberar algo de presión.
Cada cierto tiempo el trasero de Lillian se movía para acomodarse en la infame silla dándote una serie de problemas para acostumbrar tu cuerpo y para mala fortuna empezabas a escuchar siniestros sonidos de las profundidades de Lillian.
No había manera para prepararse cuando el viento masivo arrasó con tu pequeño cuerpo. La fuerza del pedo te dejo atónito no se comparaba para nada con el anterior y la forma en que estabas en estos momentos impedía que el hedor abandonará tu lugar empeorando tus condiciones actuales.
"Vaya ese fue grande" La voz de Lillian retumbó pero no lograbas escuchar con suma claridad debido a la toneladas de carne que te cubrían.
"Será mejor que te prepares porque hay más por donde salio ese y si haces un buen trabajo como cojín podremos hablar de un descanso" Se burlo Lillian cuando de manera instantánea soltó otro pedo más fuerte que asalto tus fosas nasales con un olor penetrante.
Te costaba respirar en la atmósfera opresiva que se formó por las recientes emisiones de Lillian. Entraste en pánico al imaginar que si no hacías algo ibas a morir asfixiado en la grieta de tu amiga. Sentiste que el trasero de Lillian se elevaba unos cuantos centímetros dándote un espacio para respirar pero solo conseguiste inhalar el aire contaminado a tu alrededor.
Esta repentina acción te confundió ya que aún quedaba una hora más de este cruel castigo cuando otro pedo salió una vez más dejando tu mente en un estado deteriorado.
"Ups, pensaba darte un poco de aire fresco pero se me escapo ese pequeño pedo" Río Lillian mientras volvía a tomar asiento para seguir con su computadora.
Durante la siguiente hora Lillian siguió soltando sus pedos sobre tu cuerpo y cada cierto tiempo levantaba su trasero para disipar el aire fétido a tu alrededor solo para seguir con su rutina.
Seguir quejándose ya no tenía sentido en estos momentos solo esperabas que Lillian cumpliera con su palabra y que te dejará recuperarte en paz.
Las dos horas pasaron de una manera lenta y tortuosa hasta Lillian se levantó y fijó su mirada en ti. Veías a lo lejos la sonrisa petulante de Lillian mientras sacaba su teléfono y tomaba una foto tuya para enviársela a Jen.
"Estoy segura que a Jen no le parecerá gracioso esta foto pero has cumplido con tu primer castigo y te has ganado un pequeño descanso" Dijo Lillian mientras retiraba la cinta y tomaba tu cuerpo con su dedo para llevarte al baño.
Coloco un poco de agua caliente en una tapa de botella y te dejo al lado de esa tapa para que pudieras sacarte tus ropas.
"Puedes tomar una ducha mientras lavo tu ropa y la secó para que puedas volver a ponértela.
Sentiste un alivio al entrar en la agua tibia aunque te sentias incómodo al quitarte la ropa frente a una Lillian gigante que te miraba en todo momento con una risa infantil.
"Puedo darte un poco de jabón para quitarte el olor pero lo encuentro sin sentido ya que dentro de poco volverás a mi trasero" La voz retumbante de Lillian solo te hacían sentir más frustrado pero decidiste ignorarla por el momento cuya acción hizo que tu amiga se fuera para limpiar tus pequeñas ropas.
Pasaste algunos minutos relajando tu cuerpo para pedirle a Lillian que te sacara de este lugar. Al ponerte tu ropa notaste que estaban un poco caliente además de un olor un poco familiar.
"Veo que te diste cuenta. Como era un poco complicado calentar tu ropa con el secador pensé que te gustaría tener el olor de mis pedos en tus ropas" Te explico Lillian que rápidamente pusiste los ojos en blancos al escuchar las travesuras de tu amiga.
"Gracias por la preocupación" Dijiste en tono sarcástico al ponerte tus prendas.
Cuando estabas listo el gigantesco dedo de Lillian te tomó con delicadeza para llevarte fuera de la habitación.
"A donde vamos ahora" Preguntas confundido al ver como Lillian bajaba de las escaleras.
"Te has ganado por eso estoy yendo al living para que podremos ver televisión o cualquier cosa" Dijo Lillian mientras te colocaba en el sillón familiar de su casa.
Estabas confundido pero te dio un alivio al ver a Lillian tomar asiento al lado tuyo para prender el televisor.
Podrás relajarte o es solo la calma antes de la tormenta?